El primer bar de tapas, el de la calle Victoria 12, fue el único durante muchos años y compartió la zona más castiza de Madrid con tabernas como La Casa de Plumas, Caravias o Picardías. Después, la segunda generación de la familia abrió en 1974 el segundo restaurante en Núñez de Arce 5, también en pleno centro de Madrid. Y en 1996 la familia inauguró el de la calle Goya 57 y después en el año 2015 se inauguró otro nuevo local junto a la Plaza Mayor, en la madrileña Calle Toledo 11 y en 2017 se abre la “Casa de Comidas” en el número 57B de la calle Goya 57. Todos han sabido mantener su autenticidad y su sabor a lo largo de todos estos años, de hecho las cocinas no han variado en nada su
sistema de cocina, la vajilla sigue siendo la misma después de 100 años y todavía hoy se sigue utilizando la plancha tradicional. Lo mismo pasa con el modo de servir: no hay diferencia entre ayer y hoy, se siguen sirviendo 100 bandejas al día de 6 cazuelas de comida. Lo que tampoco ha cambiado es la tradición de tirar las cáscaras de las gambas al suelo. Esta costumbre le dio mucha fama al restaurante, tanto, que la mayoría de los turistas que pasaban por Madrid, extranjeros o no, no se iban de la ciudad sin haberle hecho fotos al suelo de la taberna.
El Ayuntamiento de Madrid premió a La Casa del Abuelo con la colocación de una placa de reconocimiento diseñada por Antonio Mingote para destacar el mérito de la permanencia, la fidelidad que han logrado de sus clientes y la vocación de servicio a la ciudad.
Los Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid somos un ejemplo de gestión, sacrificio y trabajo continuado durante generaciones reflejado en la singularidad de nuestros establecimientos. Aquí, historia y cultura madrileña se unen al placer de un buen plato.